Gestiones y trámites por Problemas de Ruidos
Policia, Denuncias y Procedimientos
Cuando sufrimos problemas de ruido y molestas, especialmente aquellas reiteradas procedentes de actividades de ocio, vecinos ruidosos e instalaciones con cualquier tipo de maquinaria, necesitamos un servicio de atención que registre la queja, y mediciones que acrediten los niveles sonoros. Normalmente requerimos a los agentes de policía municipal.
Pero no siempre es efectivo llamar a la policia, dependiendo del Municipio, no disponen de personal formado, o instrumental sometido a control metrológico. El primer paso de toda denuncia, poder probar los hechos denunciados, se convierte entonces en una procesión de llamadas ineficaces. Observemos un texto reglamentario sobre las competencias en la Actividad inspectora, de vigilancia y control (Artículo 49 OPCAT/2011 de la ley de ruido y normativa de ruidos nocturnos), la cual puede ejercerse bien de oficio o bien a instancia de parte.
Será personal competente para realizar labores de inspección:
- Los funcionarios técnicos del servicio municipal competente, que tendrán carácter de agentes de la autoridad, cuando se requiera la utilización de instrumentos complejos, tales como fuentes de ruido, sonómetros analizadores o analizadores acústicos, fuentes de ruido de impacto, analizadores de vibraciones o similares. Normalmente, Ingenieros en cuya oposición fueron examinados de temas específicos de sonido, Acústica, ruido y vibraciones. Se trata de procedimientos complejos, reglamentarios, requieren una pericia acreditada, y experiencia al respecto. Suelen medir el aislamiento acústico de locales insonorizados o el ruido y vibraciones de maquinaria (aire acondicionado, ventiladores, ascensores, bombas de recirculación, puertas de garaje, etc). También suelen actuar en ruido de infraestructuras de transporte o actividades de pública concurrencia como Conciertos, Fiestas Patronales, Competiciones Deportivas, etc.
- Además de los anteriores, los funcionarios municipales que hayan superado cursos específicos formativos de, al menos, 50 horas lectivas, organizados por el Ayuntamiento con sus propios medios o en colaboración con otras entidades (funcionarios de servicios especializados de la Policía Municipal, agentes ambientales o cualquier otro cuerpo de inspección legalmente habilitado), cuando se requiera el uso de sonómetros." Estas medidas son fuente habitual de litigios pues generan sanciones y multas cuantiosas, muy habitualmente de 12.000 euros. Suelen acudir cuando se trata de voces, el ruido de mesas, golpes o música de un local de copas, un bar, restaurante, gimnasio o discoteca que afecta a los vecinos. Pero su pericia no suele ser robusta pues incurren en errores procedimentales e incoherencias en la medida que anula la eficacia del medio probatorio, que debe ser objetivo e indubitativo ante un juez, normalmente en vía contencioso-administrativa.
- La Policía Municipal u otros agentes de la autoridad sin formación específica respecto de las comprobaciones que no precisen la utilización de instrumentos a los que se refieren los párrafos anteriores". Es decir, cuando el ruido es evidente, la fuente es perfectamente identificable, y se trata de un problema de orden público: botellones, fiestas particulares, etc.
Luego llamar a la Policia, no siempre es eficaz para abordar un problema de ruido. Puede y debe ser un paso para intentar cortar una situación puntual e insoportable; pero en casos de actividades y maquinaria, que normalmente operan con Licencia municipal, el proceso puede largarse con la consiguiente molestia asociada. Noche tras noche, acabamos sintiendo impotencia por no poder demostrar el padecimiento que genera el ruido.
GREENBACK, es sensible a esta situación y dispone de un servicio de atención en 24 horas que permitirá caracterizar eficazmente la situación, y encauzar el procedimiento óptimo para paliarla, ya sea en sede administrativa o judicial. Siempre con una visión técnica del problema, pues la mayoría tiene una solución de Ingeniería, a veces sencilla y barata, que deberá asumir el titular de la actividad o la maquinaria. El cual suele preferir una buena solución que un rosario de multas y sanciones, cuando no acaba llegando el proceso a la vía penal por falta de atención al mismo.